¿Cuál considera que es su diferencial? 

La diferencia puntual de los procesos que les brindo a mis consultantes es la posibilidad de aprender a utilizar, en un corto plazo, lo que llamo “La Caja de Herramientas”.  Es decir, poder abarcar distintas problemáticas, con diferentes herramientas, desde diferentes perspectivas. Lo que facilita aún más, el logro de los objetivos inmediatos de cada consultante, y los futuros que pudieran llegar a querer alcanzar.

¿Qué experiencia busca brindarles a sus clientes?

Busco ayudarlos a RESETEARSE.  Como cuando se nos traba la compu y sabemos que debemos presionar el botón de RESET, para que vuelva a funcionar todo correctamente. Esto abarca desde nuestra mente, hasta nuestras emociones, creencias y limitaciones, que en ocasiones quedan trabadas en viejos conceptos que no nos detenemos a observar.  Y es eso mismo, lo que muchas veces nos genera dolor, incertidumbre y desconexión con nosotros mismos.

¿Cuáles son las problemáticas más comunes por resolver?

Dado que integro varias disciplinas, el abanico es enorme. Pero podría destacar, la gestión de emociones. Particularmente, el manejo de la ansiedad y del miedo. El alcanzar diferentes objetivos: desde aprender a “mirarse con amor, respeto y compasión”, generar nuevos hábitos, emprender, reconectarse con su propósito HOY; aliviar problemas de insomnio; mejorar los vínculos que nos rodean, entre otros.

¿En dónde te gusta poner el foco?  

Carl Gustav Jung, decía que “podés conocer todas las teorías y dominar todas las técnicas, pero que, al tocar un alma humana, fueras apenas, otra alma humana…”

Ese es mi lema, acompañar a cada persona que pasa por este proceso, con mucha empatía, respeto, compasión, dedicación y amor. Conectándonos con nuestra parte más lúdica, humilde y sincera, y así llegar muy amablemente a una mejor versión de nosotros mismos.

¿Cuáles son las mayores satisfacciones que le da su trabajo?

Cuando pienso en mi trabajo, siento una enorme GRATITUD. Gratitud hacia aquellos que abren su corazón y confían en mí, para salir del lugar en el que se encuentran. Gratitud cuando los veo avanzando, muchas veces sorprendidos por la velocidad en la que lo lograron. Y siento una enorme paz, de estar habitando el lugar correcto.

Sin dudas que esto es lo que más amo hacer. Por eso busco tomar cálidamente la mano de aquellos que llegan a mí, acompañándolos con una sonrisa, a recobrar la confianza en sí mismos y ayudándolos a reconectarse con su propia esencia, para que logren superar así, todo aquello que se propongan.